La cocina de Víctor Manuel Rodrigo se caracteriza por un dominio perfecto de las técnicas culinarias de vanguardia y una cuidada presentación estética, tan apabullante, que en ocasiones parecía relegar al sabor a un segundo plano. Sin embargo, su andadura al frente del restaurante Samsha es un claro ejemplo de evolución culinaria que le ha llevado a alcanzar un grado de madurez en el que lo visual y lo gustativo armonizan sin pegas. Una trayectoria que el pasado viernes tenía un importante reconocimiento al proclamarse ganador del IV concurso de Cocinero del Año, que se organiza en el marco de la feria Alimentaria de Barcelona.
La técnica impecable de Rodrigo ha sido, sin lugar a dudas, una de las claves que ha llevado al jurado, presidido por el ubicuo Martín Berasategui, a otorgarle este galardón. Los seis cocineros participantes debían elaborar, en un máximo de cinco horas, un menú (entrante, plato principal y postre) que tuviera un coste máximo de 16 euros en su materia prima.
Rodrigo compuso su repertorio con platos que ofrece habitualmente en su restaurante de Valencia. Así, en su entrante, «La representación del boletus en su hábitat», el cocinero presentó una falsa seta cristalizada, sobre una tierra comestible. El plato, como su propio nombre sugiere, es un claro ejercicio de trampantojo culinario en el que al romper la seta visible -hecha de manitol- aparecen los auténticos boletus guisados. Setas, piñones y parmesano son los ingredientes principales de la tierra comestible.
El segundo plato, «Lubina con caldo de calamar, yema, tinta y corteza de seitán», sirvió al castellonense para mostrar su dominio sobre los puntos de cocción, tan sensibles cuando nos referimos a pescados. El postre, «Gianduja de nuez de Macadamia, helado de leche ecológica, escaramujo esférico, crumble de miel y rosquitas de chocolate», es un claro ejemplo de las barrocas composiciones de las que hace alarde Víctor Rodrigo. Múltiples elementos presentados en armonía, que ofrecen una delicadeza y sutilidad también en los postres.
Víctor Manuel Rodrigo nació en Castellón en 1982 y realizó estudios de hostelería en el instituto Costa Azahar de la misma ciudad. Tras trabajar en varios restaurantes, en 2005 creó, junto a Ana Rubio, el restaurante Samsha en Valencia, un local de cuidada estética neopop, en el que cada seis meses presenta un nuevo menú con un creciente nivel de riesgo. El concurso Cocinero del Año se celebra, paradójicamente, con carácter bienal. Tiene como objetivo descubrir nuevos valores entre los más de 80 chefs que participan.
Dirección: C/ Periodista Ros Belda, 4. Valencia
tel.: 963 891 902
precio Medio: 40 euros.
Platos Estrella: Boletus en su hábitat; gianduja de nuez de Macadamia, helado de leche y escaramujo esférico.
web: www.samsha.es
http://www.larazon.es/noticia/4331-victor-rodrigo-de-samsha-elegido-cocinero-del-ano
La técnica impecable de Rodrigo ha sido, sin lugar a dudas, una de las claves que ha llevado al jurado, presidido por el ubicuo Martín Berasategui, a otorgarle este galardón. Los seis cocineros participantes debían elaborar, en un máximo de cinco horas, un menú (entrante, plato principal y postre) que tuviera un coste máximo de 16 euros en su materia prima.
Rodrigo compuso su repertorio con platos que ofrece habitualmente en su restaurante de Valencia. Así, en su entrante, «La representación del boletus en su hábitat», el cocinero presentó una falsa seta cristalizada, sobre una tierra comestible. El plato, como su propio nombre sugiere, es un claro ejercicio de trampantojo culinario en el que al romper la seta visible -hecha de manitol- aparecen los auténticos boletus guisados. Setas, piñones y parmesano son los ingredientes principales de la tierra comestible.
El segundo plato, «Lubina con caldo de calamar, yema, tinta y corteza de seitán», sirvió al castellonense para mostrar su dominio sobre los puntos de cocción, tan sensibles cuando nos referimos a pescados. El postre, «Gianduja de nuez de Macadamia, helado de leche ecológica, escaramujo esférico, crumble de miel y rosquitas de chocolate», es un claro ejemplo de las barrocas composiciones de las que hace alarde Víctor Rodrigo. Múltiples elementos presentados en armonía, que ofrecen una delicadeza y sutilidad también en los postres.
Víctor Manuel Rodrigo nació en Castellón en 1982 y realizó estudios de hostelería en el instituto Costa Azahar de la misma ciudad. Tras trabajar en varios restaurantes, en 2005 creó, junto a Ana Rubio, el restaurante Samsha en Valencia, un local de cuidada estética neopop, en el que cada seis meses presenta un nuevo menú con un creciente nivel de riesgo. El concurso Cocinero del Año se celebra, paradójicamente, con carácter bienal. Tiene como objetivo descubrir nuevos valores entre los más de 80 chefs que participan.
Dirección: C/ Periodista Ros Belda, 4. Valencia
tel.: 963 891 902
precio Medio: 40 euros.
Platos Estrella: Boletus en su hábitat; gianduja de nuez de Macadamia, helado de leche y escaramujo esférico.
web: www.samsha.es
http://www.larazon.es/noticia/4331-victor-rodrigo-de-samsha-elegido-cocinero-del-ano
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